Tres parejas viajan un fin de semana a una isla de la costa de Seattle, pero se ven obligados a atracar en otra isla, que está dominada por un matrimonio muy extraño.
Un slasher de serie b maravilloso, la trama no es nada del otro mundo pero el director sabe solventar esto mediante una grata dirección. Con buen ritmo, una tensión que va en aumento y cuando menos te lo esperas ya te tiene enganchado a la pantalla, y un guión bien elaborado, ya que dentro de su simpleza argumental y narrativa, no cae en clichés y tiene buenos puntos de giro en la acción que no te esperas.
La película tiene sangre, pero no la suficiente como para considerarse gore.
Y más allá de ser un slasher del montón, intenta proponerte algo mediante esos atractivos antagonistas. Una familia extremadamente religiosa, que en estilo de vida recuerdan a los Amish, y que esta desmedida fé los llevarán a repudiar lo que viene del exterior, lo "contaminado" como dirían ellos. Y este control que los padres ejercen sólo deriva en involución, deriva en que los hijos no alcancen la madurez ni tampoco se desarrollen intelectualmente, subordinados a la tiranía de sus padres que a su vez están bajo labor de Dios.
Una sobre-protección enfermiza que en cierto modo surge desde el clasismo moral, mirando por encima del hombro a los pecadores, mientras ellos viven en represión.
Muy buena película de serie B, con algún momento demasiado oportuno y algún personaje metido con calzador a favor de la trama, pero es difícil encontrar un slasher de bajo presupuesto de semejante calidad, raro se me hace que no tenga remake. Pd: el casting está muy correcto, algo que se agradece y que cuesta encontrar en las series B. Muy recomendada. 6 alto.