Cuenta la historia que en una tierra había dos muchachos exactamente iguales, un mendigo llamado Mickey y un príncipe. Mickey soñaba con ser parte de la corte y disfrutar de la vida fácil, mientras que el príncipe soñaba con la libertad de ser un súbdito. Cuando sus caminos se cruzan, se dan cuenta de que gracias a su semejanza, pueden intercambiar puestos y ver cómo es vivir en la vida del otro. Para su sorpresa, Mickey aprende las responsabilidades y deberes de ser de al familia real, mientras que el príncipe descubre que el capitán del ejército real ha estado aprovechándose de su poder, tiranizando a los súbitos. Es el momento de que el príncipe se encargue de corregir la injusticia, usando el cambio de identidades para su beneficio.