Hay que tener bien claro que la cinta se hizo pensando en un público infantil, y que prácticamente no tiene nada más, pero el caso, es que lo absurdo e inverosímil de su historia, queda justificado bajo un fantástico, aunque típico, mensaje ecologista ( recuerda peligrosamente a ‘Wall-e’) y la crítica a la estupidez del género humano y a una egoísta y lamentable sociedad que vive bajo la opresión del “poderoso” sin preocuparse más que por vivir su vida con facilidad (crítica al capitalismo inclusive). Quizás fuera el Dr.Seuss, todo un incomprendido revolucionario, o quizás Hollywood con la moda 15M, o lo más probable, un fusión de ambas, que esperemos que consiga llegar ese genial mensaje a más de un niño. Cómo dato: la cinta fue acusada por la televisión americana radical de “seguir el ideario de Occupy Wall Street, y las políticas de Barack Obama, cuyos amigos izquierdistas en Hollywood están apuntando a la gente joven, usando sus películas para inculcarle su ideología a los niños”.
La animación es impecable, todo detalle está cuidado a la perfección, con una estética muy similar a la de ‘Gru’ (por algo comparten creadores) y un añadido muy bien tratado cómo es el del 3D, que, junto a la impecable banda sonora de John Powell logran alcanzar una atmósfera que merece mucho la pena, y con fabuloso colorido. Un canto de respeto y amor por la naturaleza, con la que concienciar a la ecología, de una forma divertida.