¿Remake o secuela?
por Rodolfo SánchezUn hombre lobo americano en Londres, dirigida por John Landis en 1981 fue en su momento tan aplaudida por sus espectaculares (para la época) efectos especiales como poco atendida en otros aspectos. Pero lo cierto es que ha quedado como una más que notable película sobre la licantropía con momentos espectaculares e inolvidables, mezclando humor y terror de manera encomiable. Casi veinte años después Anthony Walker, más que olvidable director con una carrera corta y apenas interesante, llevó a cabo una suerte de secuela o remake, no quedan demasiado claras las intenciones, en Un hombre lobo americano en París, película absurda que tan solo supera a la de Landis en unos efectos especiales mucho más elaborados (son muchos años de diferencia en este terreno los que separan ambas obras) pero no logra alcanzar los registros de terror y de comedia negra de aquella. Entretiene hasta cierto punto porque al tomar un modelo anterior más o menos tan solo debe trabajarlo para entregar un producto medianamente bien acabado, pero no posee atractivo alguno a no ser el fallido intento de ser delirante e irónica, quedando tan solo una propuesta a camino de todo pero sin llegar a destino alguno.
A favor: Delpy.
En contra: Que la película de Landis está demasiado presente.