A pesar de que su carrera fue corta, Jean-Michel Basquiat llegó a ser un hito de la pintura. Fueron los grafitis que pintaba bajo el seudónimo de Samo lo que le dieron la fama. Vendió su primer cuadro a Deborah Harry, por 200 dólares, y fue amigo íntimo de Andy Warhol. Digamos que estos dos artistas lo apadrinaron y Basquiat fue impulsado al área internacional. Su obra estaba repleta de dicotomías en las que enfrentaba la riqueza con la pobreza y lo interno con lo externo, un arte ubicado en el neoexpresionismo que lo llevó a ser el pintor más joven que exponía en el museo Kestner-Gesellschaft, de Hannover. Su éxito fue rápido, pero también su olvido. La crítica no era unánime y muchos consideraban este neoexpresionismo como una moda pasajera del arte. Hay quien atribuye a su caída algunas razones racistas y confusas sobre el artista.
Una película dirigida por Tamra Davis e interpretada por Jean Michel Basquiat, Glenn O’Brien, Larry Gagosian y Fab 5 Freddy.