Bubble bobble y steam-punk
por Alejandro G.CalvoPonemos "Bubble Bobble" pero lo mismo sería poner "Donkey Kong" o "Ghost n'Goblins". Aquí lo que cuenta es la diversión, el peta-zeta chisporroteante que uno hace que se relama de gusto mientras los sabores y los colores eclosionan en la gran pantalla. Todo es cuestión de baremos, claro, si alguien hubiera esperado algo mínimamente decente de una adaptación steam-punk del clásico de Alexandre Dumas bajo la batuta del responsable de 'Resident evil'... la recepción crítica, probablemente, no habría sido tan calurosa.
De ahí que esta 'Los tres mosqueteros' (en 3D, claro, aunque sea lo más inútil y engorroso de la cinta, incluso por encima de las escasas dotes interpretativas de Logan Lerman) nos haya pillado con la guardia baja y el morro torcido, deseando que empiece ya para que acabe lo más pronto posible. Y es que se le podrá acusar de muchas cosas a la cinta de Anderson, pero no de no ser honesta. Ya en el prólogo de la cinta esta deja clara sus armas: (a) aquí no hay que tomarse nada en serio (autoconsciencia de producto de consumo para una posterior reformulación del mismo) y (b) sí poner atención máxima a la fusión del icono cultural clásico con la estética del despiporre pop posmodernista (algo parecido habían intentado con la olvidada, con razón, 'La liga de los hombres extraordinarios', sólo que aquí sí funciona).
A partir de entonces el espectador más relajado y conformista podrá disfrutar de unos ciento diez minutos de entretenimiento pueril, pero entretenimiento al fin y al cabo. Con Milla Jovovich reconvertida en una ninja femme fatale y secundarios de lujo como Mads Mikkelsen (Rochefort) u Orlando Bloom (Buckingham) -con un histrionismo muy queer que convierte en virtudes sus muchos defectos como actor-, protagonizando chiripitifláuticas secuencias de acción -la batalla entre naves voladoras es magnífica-, que acaban haciendo que lo inane y lo accesorio brille con luz propia. En definitiva, no creo que sea una buena película, pero ¿qué más da?
A favor: El notable éxito de una adaptación que, pese a las herejías, no logra ridiculizar a los personajes
En contra: Que no son tres ni cuatro mosqueteros, si no cinco. Y el quinto es especialmente cargante.