Los últimos miembros del ejército republicano están emigrando hacia Francia tras la Guerra Civil española. Entre ellos se encuentra el Presidente del Gobierno de Cataluña, Lluis Companys y el Presidente del Gobierno del País Vasco, Aguirre, están entre ellos, pero la Gestapo alemana los atrapa y envía de vuelta a Madrid.
Allí son ajusticiados ante el dictador del régimen, Francisco Franco. Son trasladados a Barcelona, donde se les practica un juicio de dudosa validez que a la postre les costaría la muerte a manos de los fusiles franquistas.