[...] Esta es la historia de un romance atípico, sobre todo porque no se trata de un romance. Me explico, porque creo que dicho así no tiene sentido. Dos personas muy diferentes que tienen algo en común y es no estar muy conformes con su vida, lo que les lleva a encontrar consuelo mutuo el uno en el otro. Sus vidas son complicadas, ninguno sabe cómo gestionar su nueva situación e intentan ser auto suficientes, pero necesitan ayuda quizá por eso consiguen conectar tan bien desde el principio. Según van pasando tiempo juntos surgen más lazos afectivos entre ellos, primero el sexo y después el amor. La forma en que se trata el sexo en esta película es tan peculiar y distinta como la película en sí.
Marion Cotillard (Dos días, una noche) es una actriz extraordinaria que imprime verdad en todo lo que hace, en esta ocasión vuelve a estar impecable. Una actuación sobria y sutil que transmite a la perfección todas las emociones por las que pasa el personaje, fuerte y decidida en una escena para mostrarse frágil y necesitada en la siguiente. Su compañero es Matthias Schoenaerts (Cegados por el sol) que realiza un gran trabajo con este tipo rudo al que le cuesta expresar sentimientos y que trata de encontrar su lugar en el mundo, que resulta ser el contrapunto perfecto para Marion. Brillantes actuaciones las de ambos.
Una interesante historia de amor (sin romance) que resulta apasionante gracias a las honestas interpretaciones de sus protagonistas. ¡Ah! y un CGI sorprendente.