La pseudo-poética de Subiela
por Rodolfo SánchezEl cine de Eliseo Subiela no es fácil de digerir ni de soportar. Desde su debut en 1980, con mínimas variaciones, el cineasta argentino ha ido desarrollando un estilo muy personal e intransferible que puede conducir hacia dos posiciones muy encontradas a la hora de enfrentarse a su cine. O la irritación o la admiración.
El lado oscuro del corazón, quizá su obra más conocida, representa muy bien este doble posicionamiento. Una obra interesante, bien rodada, mejor interpretada, con muy buenas ideas pero que, sin embargo, presenta una constante tendencia en busca de una poetización de la imagen forzada, relamida, en muchos casos innecesaria. El riesgo es admirable, también la personalidad de las imágenes, sin embargo, no son sus historias las más propicias para adoptar una estética poética, más bien lo contrario. Y esto ocasiona que según avanza la película, uno pueda irritarse al encontrarse con una obra demasiado vendida de sí misma, demasiado enfocada a empatar con su genialidad. Y aun así, merece la pena.
A favor: El riesgo de la propuesta.
En contra: Que su surrealismo en este caso no está justificado.