Romain Garraud ha pasado más de quince años entre rejas por un delito que dice no haber cometido. Hace más de una década fue acusado de violar a Isabelle, una niña de entonces ocho años. Fue la madre de la niña, Angèle quien le denunció. Ella además de la progenitora de la menor era la amante de él.
A la salida de la cárcel, Garraud tendrá como único objetivo demostrar su inocencia. Por ello, contratará a la abogada Jeanne Boissac para que le ayude. Sin embargo, las cosas se complican cuando Angèle se suicida.