Pocos años después de la caída de la dictadura militar, el sobreviviente Pablo Díaz lanzo a la luz uno de los acontecimientos que terminaría dejando una marca en la historia argentina. La Noche De Los Lápices es recordada por la mayoría del pueblo argentino como uno de los eventos más trágicos de Argentina, haciendo que la dictadura fuera etiquetada como un semi-equivalente del Tercer Reich. La película fue hecha para reflejar lo que Díaz sufrió en sus días en cautiverio y tratar de dejar un mensaje sobre por qué nunca se debe aceptar una dictadura. Existen muchas cuestiones al momento de comparar la película con los sucesos de la dictadura y más cuando se incluyen las declaraciones de los que vivieron en aquella época.
Para empezar, la película por sí funciona como una crítica al fascismo militar y logra narrar una historia desgarradora que conmueve a los más sensibles. Los momentos donde se presencia a los prisioneros logran generar una sensación perturbadora e incómoda. Muchos de los personajes son jóvenes con los que se puede empatizar y hasta sentir lástima por ello. La película logra ser una prometedora historia dramática en ese sentido. La calidad de la película a nivel artístico puede no ser de la mejor y más hablando de una película hecha en un país donde por momentos estaba unos 10 o 20 años atrasados en comparación con Hollywood. Pero el contexto que esta película ofrece es sin duda más relevante que la calidad en sí.
Con respeto a la parte histórica, Héctor prefirió darle más prioridad a la psicología de los cautivos y eso fue beneficioso para que la película fuera muy conmovedora y trágica de ver. Ahora, al llegar el momento de analizarla con los sucesos de la vida real, surgen un par de cuestiones que hacen que La Noche De Los Lápices sea una película que funciona mucho mejor como relato de ficción que como evento histórico. Esto se debe a las declaraciones de los que vivieron en la época de la dictadura. Mientras muchos afirman que la dictadura fue un reinado de terror, otros que vivieron en la época aseguran que es una exageración que distorsiona la realidad de los hechos. Aunque se trata de una minoría de personas, ellos aseguran que nunca sufrieron los horrores que se han narrado y que la dictadura les permitió estudiar y trabajar pacíficamente. Por lo tanto, despierta la sospecha de que lo que la película pretende narrar es solo superficial y no refleja lo que realmente sucedió en Argentina. Incluso algunos sostienen que tanto esta película como otros medios solo han distorsionado los sucesos de la dictadura. Parte de estas declaraciones se debe a que hubo gente que apoyo la dictadura y si se toma en cuenta la anarquía y los actos de terrorismo provocados por los montoneros que tomaron lugar tras la muerte de Perón, los militares tenían toda la justa razón en aplicar la cohesión. Juan Manuel De Rosas había hecho lo mismo y eso sirve para mantener un orden, pero no se descarta la posibilidad de que la dictadura ha cruzado ciertos límites en algunas ocasiones. Aun así, no se puede confirmar si todos los horrores ocurridos fueron reales porque siempre existe la posibilidad de que se hayan distorsionado algunos hechos. Una parte discutida que llega a ser considerada polémica es si realmente hubo 30.000 desaparecidos. Mientras las fuentes oficiales dicen que ese fue el número exacto, otros argumentan que eso es falso y que en realidad eran menos. Una afirmación así es considerada una falacia en Argentina, pero ¿cómo se puede estar tan seguro si ese número es real o falso? Incluso se especula que Las Mismas Madres De Plaza De Mayo mintieron respecto a ese número solo para cobrar la subsidiaria. Algo así, es muy difícil de discutir por los defensores más extremistas que no dudan en linchar a quienes se planteen estas dudas.
De acuerdo a ciertas fuentes, se estiman que de los alumnos desaparecidos solo hubo 10. Sin duda algunos de ellos pudieron haber estado involucrados en un movimiento político que se podría considerar subversivo o que los demás solo fueron secuestrados por error por el simple hecho de estar vinculados con un amigo que podría haber estado involucrado en un partido sin saberlo. Aunque Las Madres De Plaza De Mayo aseguran que sus hijos eran inocentes, la realidad que posiblemente algunos de sus hijos no eran inocentes del todo. Se podía notar bastante que Claudia era comunista y eso la volvía un blanco fácil para el gobierno de aquel entonces. También eso fue suficiente para que los demás jóvenes fueran considerados sospechosos de ser comunistas o montoneros (grupos que encajaban en la categoría de subversivos). Siendo así el caso, debido a que la mayoría de los desaparecidos pertenecían más bien al grupo obrero, los jóvenes estudiantes no fueron otra cosa más que un daño colateral. Dicho daño no tendría que ser tan relevante, pero las declaraciones de Pablo se volvieron muy significativas para Las Madres y eso terminaría siendo usado para formar parte de la caída de la dictadura. También hay toda una discusión de que si los militares realmente fueron culpables de los hechos, porque otros argumentan que en realidad fue la policía responsable de los secuestros. La película incluso platea esta sospecha cuando ocurren los primeros secuestros. Esto es algo también debatible debido a que la policía y las fuerzas militares estuvieron vinculadas con La Triple A durante el gobierno de Isabel Perón.
Como conclusión, se puede decir que La Noche De Los Lápices es una buena película que ofrece una historia trágica y desgarradora y sirve como advertencia sobre lo que se puede experimentar en un gobierno fascista. Su única debilidad yace en la discusión de que si todo lo que se dice sobre la dictadura argentina es verdad o mentira. La película es emblemática por ser el testimonio de un sobreviviente y sirve para tener una idea de lo que es ser víctima de un gobierno fascista. Pero eso no borra el hecho de que si algunos de los jóvenes fueron víctimas inocentes, entonces nunca serán otra cosa más que un daño colateral. La dictadura logró traer un orden que para algunos fue lo que Argentina necesitaba y para otros fue un reino de terror. Siempre habrá gente a favor o en contra de cualquier tipo de gobierno y tratar de ver esta película desde una perspectiva política e histórica va a seguir generando cuestionamientos de que si la dictadura fue realmente lo peor que pudo haber sucedido en Argentina. Mi calificación final para esta película es un 8/10.