Nacida en 1969 en los bosques de Borneo, Nénette acaba de cumplir cuarenta años. Es raro para una orangutana llegar a tan venerable edad. Residente del zoo del Jardin des Plantes de París desde 1972, lleva más tiempo allí que cualquiera de sus empleados y es sin duda la estrella del lugar. Cada día ve pasar a cientos de visitantes frente a su cubículo y, por supuesto, cada uno tiene su propio comentario sobre ella… Tras el cristal, Nénette es un espejo, una pantalla de nuestras proyecciones. Le atribuimos nuestros sentimientos, intenciones e incluso pensamientos. Hablando de ella, hablamos de nosotros mismos. Mirándola, nos incluimos en lo que vemos.