Bagdad, 1987. El país está a punto de explotar, de vivir una revolución tras los abusos de poder y la corrupción política en la que se encuentra sumido. Sin embargo, el príncipe Noir Oudaï Hussein, el hijo mayor y principal heredero del dictador Sadam Hussein, parece vivir ajeno a todo, en su reino de perversión y despotismo: solo piensa en sí mismo, en acostarse con las mujeres que le placen en cada momento o en apropiarse de los bienes de los demás a la fuerza.
Pero después de los acontecimientos que están sucediendo y del hervidero en el que se ha convertido la ciudad, su padre tiene miedo de que los ciudadanos se tomen la justicia por su mano y asesinen a su hijo. Por eso obligará a uno de sus guardias, Latif Yahia ('Dominic Cooper, 'La duquesa') a que se haga pasar por él. Si no cumple esta orden, hará ejecutar a toda su familia.
Latif no tendrá ninguna otra elección que someterse a los designios de su jefe, y empezará una nueva vida desempeñando el papel de Oudaï Hussein, el hombre más poderoso, pero también el más odiado y temido de todo el país.
Comenzará a imitar primero sus movimientos físicos, pero después terminará adoptando su mismo modo de vida, suplantándolo de manera total, incluso en los actos más despreciables.
¿Será capaz de salir de ese infierno que le están obligando a vivir? Solo la bella Sarrab (Ludivine Sagnier, 'Swimming Pool'), una de las concubinas del príncipe, podrá ayudarlo.
El diablo y su doble bueno
por Cristina Álvarez López