Hanna es un poco la excepción que confirma la regla de los thrillers. Es una obra fresca que proporciona una antología de la emoción y que no deja un regusto de algo ya visto. Al contrario que las películas tipo thriller, parte de un género cinematográfico agotado hasta la médula, Hanna se desmarca con un escenario inteligente, actores buenos y precisos y, por supuesto, un ambiente sorprendente. La joven Hanna, interpretada por Saoise Ronan, es una adolescente diferente de las otras. Es una asesina que resulta a la vez frágil y muy peligrosa, ese personaje es complejo en el sentido de que no se le puede abordar sólo como una adolescente. Es una chica joven que tiene realmente una vivencia, su historia resulta entonces más cautivadora, y la elección de la actriz es evidentemente muy buena. No hay que darle más vueltas: ¡Saoirse Ronan está INCREÍBLE! ¡Esta muchacha tiene un potencial enorme! Toda su sensibilidad en la mirada, la manera que tiene de coordinar sus posturas, su fisonomía es realmente cautivadora. Un verdadero golpe de corazón para ese presonaje, personalmente. Cate Blanchet nos ha demostrado ya más de una vez su gracia y su talento, y no es aquí donde demostrará lo contrario: ¡está perfecta también! Elegante y formidable, de una actriz de elección. En cuanto a Eric Bana, aunque esté por debajo de sus compañeros de reparto, no demuestra brillar menos. Ustedes comprenderán entonces que el punto fuerte de esta película es precisamente su excelente casting, pero no en exclusiva, porque el escenario es verdaderamente cautivador. ¿Quién es esta chica joven, por qué le han dado de lado? ¿Por qué se la busca? Mientras las preguntas van surgiendo, las respuestas llegan poco a poco en el desarrollo de la intriga. La Banda Sonora es asimismo notable, original, pero pega perfectamente. El único disonante reside en el hecho de que, a veces, la imagen es demasiado chillona, ¡pero poniendo esto aparte es un verdadero regalo! ¡Hanna es para ver, y volver a ver!