En la década de 1980 Pierre Durand (Guillaume Canet, Quiéreme si te atreves) abandona su prometedora carrera como abogado para dedicarse a lo que siempre deseó, su pasión: el salto ecuestre. Pierre se arriesga y gasta todo lo que tiene en Jappeloup, un caballo que nadie quiere debido a su pequeño tamaño y su temperamento agresivo. Sólo su padre (Daniel Auteuil, Caché) confía en la elección de su hijo poniendo todas las esperanzas en el imprevisible caballo. Con mucho esfuerzo, después de varias competiciones, Pierre consigue hacerse un hueco en el mundo de la equitación.
Desafortunadamente todos sus logros conseguidos hasta el momento se desvanecen con su estrepitosa participación en los Juegos Olímpicos de Verano de 1984, en la que fracasa y se da cuenta de que realmente no controla al caballo. Gracias al apoyo de su mujer Nadia (Marina Hands, La escafandra y la mariposa) y la moza de cuadra Raphaëlle (Lou de Laâge), Pierre recupera poco a poco la confianza en Jappeloup y decide volver a los campeonatos ecuestres por todo lo alto, su próxima meta es presentarse a los Juegos Olímpicos de 1988.
Córcel negro
por Eulàlia Iglesias