Una aislada muestra de cine indio
por Beatriz MartínezA pesar de que la industria de Bollywood es la segunda más potente del mundo y que cada año se hacen cientos de películas, no suele ser habitual encontrar en nuestras pantallas alguna muestra de cine indio. Por eso resulta insólito encontrar el estreno de una película como 'Mi nombre es Khan', uno de los éxitos de taquilla más importantes en su país de origen y que, quizás para contentar a las audiencias foráneas, no incluye los típicos números musicales representativos de la cinematografía, sino que se desarrolla en Estados Unidos, trata un tema muy complejo, como es la tensa relación entre la minoría musulmana tras los atentados del 11-S, y está narrada dentro de los moldes del melodrama más convencional, con un marcado aliento épico en su parte final. El director Karan Johar realiza una especie de híbrido entres los patrones característicos del cine indio y los del cine americano y, aunque contiene apuntes interesantes, el resultado no deja de ser demasiado enfático y edulcorado, como si se tratara de una versión todavía más hardcore de Spielberg o Zemeckis... en lo que se refiere a megalomanía y gusto por el subrayado. En cualquier caso, 'Mi nombre es Khan' se constituye como una rareza que bien podría servir para abrir una senda para conocer una cinematografía tan desconocida como la india.
A favor: La inocencia que desprende.
En contra: A pesar de lo famoso que es, y de su indudable presencia, la estrella Shahrukh Khan, me sigue pareciendo un actor pésimo.