Crítica de SensaCine.com para Los Ojos de Julia: A películas ciegas, oídos sordos

Filme inaugural de la 43ª edición del festival de Sitges, Los ojos de Julia trata de apostar sobre seguro invocando, por un lado, la presencia de Belén Rueda -con una cierta y consolidada garantía en nuestro particular reino de "scream queens" patrias (antes, El orfanato; después, El cuerpo)- y, por otro, la inclusión de referentes populares exitosos, con mayor o menor presencia, que van desde Mulholland Drive a Vértigo, pasando por Psicosis y El fotógrafo del pánico.

Resultante: una película sin personalidad, ineficazmente tramposa, con un guión forzado hasta el extremo, lleno de giros caprichosos y explicaciones inverosímiles que los actores se esfuerzan por meternos con calzador y que se empeña en incidir en un final romántico meloso. El colmo llega cuando en el tramo final la intermitente ceguera de la protagonista se utiliza para justificar el hecho de que a los espectadores nos sea vedada la identidad del cuidador, potencial verdugo, al que de pronto solo vemos de cabeza para abajo. Protagonistas superficiales y secundarios más desdibujados aún, el as Norman Bates en la manga acaba por sentenciar al conjunto. Los esfuerzos formales y técnicos por revelar su identidad resultan realmente torpes e irrisorios. Guillem Morales, el realizador de El habitante incierto, se pega aquí un sonoro patinazo, pese al apoyo de Guillermo del Toro.

A favor: El esfuerzo de algunos actores, sobre todo Belén Rueda y Julia Gutiérrez Caba; de manera aislada, el plano de la aguja inyectando un ojo.

En contra: Una trama cuyo desarrollo de guión y sucesión de diálogos son completamente inverosímiles y torpes.