De toda esa infección de brujas y demonios que apesta al cine actual, tras la irrupción del fenómeno Harry Potter, este film cuenta con la particularidad de ofrecer un más que digno entretenimiento para adultos, pese a que sus protagonistas son adolescentes. No me parece justo que la película acuse un poco el tufillo de la infumable Crepúsculo, puesto que su factura y los actores (especialmente Emma Thompson) están a años luz de las actuaciones de nuestros chicos los vampiros y los hombres lobo. En cualquier caso, y dado el panorama actual, os la recomiendo.