A causa de esta película, tanto Martin Scorsese como la guionista Melissa Mathison y su entonces marido Harrison Ford fueron incluidos en la lista de personas que tienen prohibido entrar en el Tibet.
El reparto está íntegramente compuesto por actores no profesionales.
Martin Scorsese le dedicó esta película a su madre Catherine, que murió durante la preproducción del filme, debido a que "el Dalai Lama representa el amor incondicional, y para mí mi madre era la persona más cercana para mí por la que sentía ese tipo de amor".