Para conseguir una mayor realidad en la película, el director Jon Avnet viajó a Pekín y grabó una semana sin el conocimiento del Gobierno chino.
La película tenía un gran handicup al no poder ser rodada en China, por eso se construyó una reproducción de un barrio de Pekin cerca de Los Ángeles, en el que se llegaron a introducir hasta 300 bicicletas, para filmar todas las tomas exteriores.
Richard Sylbert, el diseñador de producción, tuvo que hacer un largo proceso de investigación para la película. En este largo camino viajó dos veces a China, y llego a sacar 1500 fotografías.
Para la escena en la que el personaje de Gere se siente intimidado con el vídeo de una ejecución a manos del gobierno, los realizadores utilizaron las imágenes reales de la ejecución que se había sacado clandestinamente de China.