La idea inicial era que Ali, el personaje principal de la película, fuera intepretado por un profesional, pero éste llego seis horas tarde el primer día de rodaje y Rafi Pitts decidió buscar a un actor sustituto. Como no había tiempo para realizar de nuevo el casting, el director se ofreció él mismo para realizar el papel.
Rodada en Irán, 'El cazador' ha podido escapar milagrosamente de la censura del país, a pesar de la crítica feroz que dirige al régimen. Rafi Pitts supo sacar provecho de los problemas acontecidos en las elecciones de 2009 para realizar su proyecto, que se ha convertido en la película más controvertida en el país. La historia nos cuenta que Irán, donde el setenta por ciento de la población tiene menos de 30 años, es el país donde más se aplica la pena de muerte y donde la prensa y las redes de Internet están más controladas. El cine, por lo visto, escapa a la regla.
La escena en la que Ali mata a dos policías sobre la autopista de Teherán ha supuesto un verdadero reto para el equipo de la película, ya que constituía un desafío para el gobierno iraní, que no permite en general este tipo de imágenes. La oficina de censura permitió que se rodara la imagen con una condición: que el personaje de Ali apareciera claramente como fuera de sí, en un estado evidente de locura.
La escasez de los diálogos en 'El cazador' se compensa por la importancia otorgada a los sonidos. Según dice el director: “Si el sonido me interesa tanto es porque es el lenguaje universal, no necesita subtítulos. Es un diálogo directo entre la película y el espectador. Un sonido se dirige por igual a todos los espectadores de diferentes países”.
La madre de Rafi Pitts, Malek Jahan Khazai, interpreta el papel de la madre de Ali en la película. Malek, además, ha formado parte del equipo artístico.
Rafi Pitts se ha basado en sus propios recuerdos trágicos para escribir el argumento de la película y meterse en el papel de su personaje, Ali. A pesar del dolor que esto haya podido producir al cineasta, el esfuerzo ha merecido la pena porque le otorga aún más credibilidad al film. Para plasmar el carácter inquieto y confuso de Ali, el director no ha tenido que esforzarse mucho, ya que las condiciones estresantes del propio rodaje y la presencia continua de una persona de la censura lo mantuvieron en vilo durante todo el rodaje.
Rafi Pitts quería en un principio rodar dos películas aprovechando el mismo escenario de 'El Cazador', una desarrollada en Teherán y la otra, en Los Ángeles, dos ciudades tan parecidas entre sí que los iraníes se refieren a veces a la suya con el sobrenombre de “Teherangeles”. Finalmente la idea no se llevó a cabo porque “era demasiado complicado”, afirma el director.