La idea de este documental le llegó a Josh Fox a través de una carta postal que recibió su padre. En ella una empresa de gas le ofrecía explotar unos terrenos propiedad de su progenitor en Pensilvania a cambio de una módica cantidad de dinero. Fox tuvo sospechas desde el principio y, con la cámara en la mano, sin pensar si quiera en el proyecto cinematográfico que resultaría después, decidió investigar la explotación de los terrenos. Mediante el documental, Fox pretende denunciar un gran escándalo ecológico.
El título GasLand proviene de un eslogan publicitario de gas natural que fue emitido en las salas de cine de Pensilvania durante los cincuenta.
Como muestra de protesta, 'GasLand' ha sido emitido delante de instituciones como el Congreso, la Agencia de Protección Medioambiental o el Ministerio de Justicia
El documental GasLand pudo emitirse en televisión al mismo tiempo que se emitía en las salas de cine gracias al apoyo financiero y logístico del canal americano HBO.
John Fox no descarta realizar una secuela de 'GasLand' siempre que se reúnan las condiciones necesarias. El director va a rodar también una película sobre las energías renovables.
Al parecer GasLand supone una amenza para la seguridad interior de Estados Unidos. Los miembros del equipo técnico del film fueron añadidos a una lista del ministerio de Interior americano donde suelen aparecer los nombres de los terroristas.