Crudo drama familiar
por Virginia MontesEl director Thomas Vinterberg deslumbró con su ópera prima, 'Celebración' (1998), primera película adscrita al movimiento Dogma'95 que no solo cumplía los requisitos del decálogo auspiciado por Lars Von Trier, sino que también tenía la virtud de contar con una poderosa personalidad.
Este film marcaría la carrera del cineasta, de forma que le sería complicado desvincularse de él, como si cualquier otra película que hiciera estuviera condenada a que la relacionaran con su primer trabajo.
El director ha tocado a lo largo de su carrera posterior muchos géneros, pero lo cierto es que lo que mejor se le da continúa siendo el melodrama más desgarrador, aquel que se centra en los problemas familiares, en los estigmas personales que proceden del pasado y en personajes que han de cargar con sus propias miserias morales. Así vuelve a ser en 'Submarino', una obra desgarradora llena de tragedias íntimas, quizás un tanto subrayadas y un poco exageradas por acumulación, pero al fin y al cabo, eficaces a la hora de plantear esa idea de drama familiar que ha venido perfilando Vinterberg a lo largo de los años. No es su mejor película (de nuevo en el recuerdo 'Celebración'), pero sigue demostrando que es un autor interesante.
A favor: La capacidad del director para configurar un buen melodrama.
En contra: Que en ocasiones caiga en el tremendismo.