American Alley es como se conoce a un asentamiento cercano a la base estadounidense de Dongducheon (Corea del Sur). Desde la Guerra de Corea, miles de coreanas sirvieron a los soldados estadounidenses para sobrevivir. Pero hoy en día, las mujeres que trabajan en los clubes de American Alley son rusas o filipinas. La forma de supervivencia para estas mujeres (muchas emigrantes ilegales) pasa, muchas veces, por el matrimonio con soldados estadounidenses o el embarazo. El abandono, la deportación y la pérdida de la custodia de sus hijos son, demasiadas veces, sus consecuencias. Una mujer coreana mayor que todavía vive en la zona apenas habla de su vida pasada, enajenada por su presente