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Oscar Lucientes
59 usuarios
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0,5
Publicada el 30 de octubre de 2011
¿Alguien me puede explicar el interés de esta basura de película? Lo único que se salva es la actuación de Paul Giamatti, pero que ya la conocemos. Además su actuación es un poco rácana, y eso también lo conocemos ya! ¿Pero esto qué es? Si queréis ver al gran Paul Giamatti (Sí, ya lo sé, digo mucho Paul Giamatti, pero hay que decir que vemos mucho Paul Giamatti en los carteles hoy en día), bueno, como decía, si queréis ver al gran Paul Giamatti, ved más bien "American Splendor" que es una obra maestra! Por eso nos acordaremos de Paul Giamatti y no por esta película infumable! Muy convencional, con algunas escenas graciosas que no consiguen realzar el conjunto, lo dicho, infumable. La madre drogada, el abogado amable, el viejo impotente, el joven deportista... vamos! de verdad, ahorraos todos los tópicos posibles. Esto no es cine independiente, esto es cine indefendible.
Tercer largometraje de Thomas McCarthy después del excelente "The Visitor" (2007), ahora vuelve con "Win Win (Ganamos todos)" (2011), un drama social y realista en el cual se describen personajes pintorescos, entre el padre de familia que toma la mala decisión de satisfacer a su familia, una madre en proceso de desintoxicación y su propio hijo que prefiere fugarse con el fin de huir de esta triste realidad. El encuentro de este buen padre de familia,en todos los aspectos, y el adolescente va a poner patas arriba el día a día de todos. La originalidad de este filme independiente es que se desenvuelve en el mundo de la lucha, un deporte que hasta ahora era muy poco frecuente en el universo cinematográfico. Una obra dramática que aunque trate de temas serios tiene también su lado gracioso (gracias a la complicidad de Bobby Cannavale). En cuanto a la interpretación, nos encontraremos con el encanto del tándem formado por Paul Giamatti y Alex Shaffer (el padre de familia y el adolescente fugado respectivamente), sin olvidarnos de la participación de Jeffrey Tambor. Al final tenemos una obra llena de encanto y sinceridad, emotiva y divertida al mismo tiempo, un producto del cine independiente estadounidense, sin duda estereotipado pero perfectamente puesto en escena y dirigido con mucho brío.
Con "The Visitor", Thomas Mc Carthy había puesto el listón alto. La película que le sucede "Win win, ganamos todo" refuerza el gran talento del autor. Tanto el escenario como la puesta en escena en perfecta adecuación con el tema participan en ofrecernos un momento de cine muy bonito. Un verdadero cine de autor decididamente pensado para el público y que pone de relieve una historia sútil, original, poblada de personajes divertidos y conmovedores. ¿Qué decir de la actuación? Todos los actores de la película parecen en sintonía y proporcionan un plus innegable a la unidad de la película. Excelente película americana lejos de los estereotipos y de las historias formateadas a las que estamos cada vez más acostumbrados.
Una sorpresa muy grande que esta película guiada por un Paul Giamatti que actúa con simplicidad en el papel de un abogado cuyo bufete no se va a derrumbar por los expedientes que tiene y que para dar de comer a su familia encuentra un truco que se va a poner en su contra: ingresa la pensión de un rico anciano sin realmente ocuparse de él hasta el día que el nieto se fuga de la casa de su madre drogadicta para vivir en casa del abuelo, lo que obliga al abogado a acogerlo a su casa. El título original "win win" resume bien la película pues el abogado y el joven salen los dos ganando: el primero va a encontrar un sentido a su vida y verá ganar el equipo de lucha de la que se ocupa ; el segundo va a poder estudiar en buenas condiciones y volver a disfrutar de la lucha que había dejado. El director supo introducir escenas humorísticas que son las bienvenidas y pasamos un momento realmente delicioso.
Todo está justo en el límite de lo aceptable (moral, humor, puesta en escena) y sin embargo... la película debe mucho al personaje, muy bien logrado, de Kyle, un joven distinguido por el que sólo se puede sentir cariño y una inmensa admiración, rodeado por todas partes de adultos con una moral cuestionable, desde su madre (típica madre drogadicta...) al abogado sin escrúpulos. A primera vista parece un adolescente a la deriva pero en el que se revela un buen temperamento y que está dotado de ciertos talentos. Bobby Cannavale pone un poco de picante con su personaje bastante gracioso de divorciado que se proclama a sí mismo co-entrenador del joven prodigio, y al cual el viril perfume de las competiciones regionales, gimnasios y vestuarios vuelve eufórico.