Aún guardo en mi memoria las imágenes de la versión sueca del betseller Millennium, una historia poderosa que cautiva, y que aun sabiendo de antemano lo que va a ocurrir, te mantiene atento a la pantalla. En este remake, o versión americana del libro nos encontramos muchos puntos comunes con su versión sueca, quizás por qué las dos son adaptaciones muy fieles al libro en que se basa. En esta como en la versión sueca la actriz que encarna a Lisbeth Salander, le roba todo el protagonismo al actor principal, su presencia es imponente y nos causa bastante respeto, aunque en la que no os ocupa ahora muestra un poco de debilidad.
El resto del reparto bastante correcto, aunque Daniel Craig se convierte en un secundario en el momento en que entra en escena Rooney Mara, seguramente por qué en el libro en que se basa sea así. Nada que objetar a la actuación de veteranos como Christopher Plummer, Stellan Skarsgard, o Steven Berkoff.
El conjunto del largometraje está bastante logrado y lo demuestra el hecho de que a pesar de sus ciento sesenta minutos de duración, en ningún momento se hace largo ni pesado. Recomiendo no perderse los créditos iniciales, pues son un espectáculo en sí mismos.