Casi al final de la producción, el director William Beaudine y la estrella Mary Pickford tenían peleas continuas, hasta el punto de que él desarrolló una parálisis facial debido a la presión de sus frecuentes peleas. Esto le obligó a dejar la dirección a su asistente Tom McNamara, quien terminó la película pero no fue acreditado.
Esta fue la última película en la que Mary Pickford interpretó a una niña, con una edad de 34 años cuando se estrenó.
Mary Pickford se encariñó con la pequeña de dos años Mary Louise Miller, e incluso trató de adoptarla al no tener hijos propios, pero sus padres se negaron.