Es la segunda colaboración entre Alicia Silverstone y la directora Amy Hekerling tras Fuera de Onda (1995).
La directora Amy Heckerling eligió a Taylor Negron como el repartidor que lleva una pizza a la vampiresa Sigourney Weaver. Este era el mismo chico que en su primera película Fast Times at Ridgemont High (1982) llevaba la pizza a Sean Penn en clase.