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    Divorcio a la Finlandesa
    Críticas
    2,0
    Pasable
    Divorcio a la Finlandesa

    Mala uva prefabricada

    por Carlos Losilla

    Uno de los muchos secundarios de esta película se dedica a recitar a Shakespeare siempreque tiene oportunidad. No es un detalle baladí, pues, a pesar de su apariencia, 'Divorcio ala finlandesa' no quiere presentarse como un trabajo rutinario o sin ambiciones. El director,Mika Käurismaki, ha pretendido filmar una comedia negra sobre el matrimonio y la vida enpareja, además de una historia de gánsgters. Pero también una especie de rondó sentimental:como en algunas de las más famosas comedias shakespearianas, son frecuentes los cambiosde pareja y la volatilidad de los sentimientos. Sin embargo, Käurismaki no es Jean Renoir, niMax Ophuls, ni siquiera su hermano Aki, y el resultado se queda en un vodevil burgués tanconvencional que llega a ser reaccionario.

    Tenemos una pareja al borde de la separación. Tenemos una chica implicada en oscurosasuntos mafiosos que se instalará en la casa fingiendo ser la novia del marido. Tenemosun joven que puede convertirse en la siguiente pareja de la esposa, y un vecino fisgón, y unamigo inoportuno, y unos mafiosos de manual con chaqueta de cuero incluida... Käurismaki,a partir de Shakespeare, quiere llegar a Howard Hawks (el de 'Bola de fuego', por ejemplo)y a la comedia italiana de los sesenta, quiere utilizar la trama criminal como un elementomás de esta sátira familiar, casi la parodia de una saga reconcentrada en poco más de hora ymedia, pero todo se le desmadeja, los gags se desmoronan uno a uno, la presunta ferocidadse convierte en sonrisas amables y palmaditas en la espalda. Queda, únicamente, algún rasgode humor bizarro (la pareja copulando en un agujero practicado en el jardín, por ejemplo) y uncierto aroma a espectáculo de cachiporra que no se atreve a aflorar del todo, aunque deje unaleve huella de lo que hubiera podido ser 'Divorcio a la finlandesa'.

    Lo mejor: La crispación de algunos momentos.

    Lo peor: La banalidad del resto, disfrazada de agresividad.

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