El rodaje, presentado anteriormente en el Festival de Málaga, se inició el 10 de mayo de 2010 en Barcelona, con una duración de ocho semanas.
La película fue la producción española con la mayor recaudación en su primer fin de semana en taquilla con 2.099.601 € y 323.515 espectadores. A las tres semanas de su estreno, logra convertirse en la película española más taquillera en 2010, por encima de Los ojos de Julia y Que se mueran los feos, y superó el millón de espectadores