El dios de madera es un drama romántico que cuenta una doble pasión amorosa y un gran descubrimiento. Es una historia entre el comienzo de una llegada y el final de una despedida que se enmarca en el cuadro de la inmigración ilegal.
Yao es un joven senegalés que vende en la calle. Su fe es animista. Rachid, antiguo socorrista marroquí convertido en peluquero por pura necesidad, es musulmán y María Luisa es una viuda madura que sigue asistiendo a misa sin olvidar su pasado. Antaño se llamaba Mavi y su hijo Roberto, que quería ser pianista, ahora es diseñador de páginas web, se llama Rober y está enamorado de Rachid.
La trama discurre en Valencia pero, de la misma forma, podría trasladarse a cualquier ciudad del sur europeo donde, a diario, llegan almas en busca de trabajo, entendimiento y una vida mejor.
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