El efecto contrario
por Violeta KovacsicsEn 'Camino a la libertad', Peter Weir filma de manera distinta cada una de las muertes de lospersonajes que, en plena huída de una prisión siberiana, van sucumbiendo en el trayecto. La muertenunca debería ser una cuestión superflua y no hay mejor manera de mostrar el respeto por unpersonaje que darle entidad narrativa en el instante de su despedida.
'La hora más oscura' posee la típica estructura de filme de terror adolescente. En esta ocasión,un grupo de chicos, de viaje en Moscú, se ve amenazado por una extraña fuerza eléctrica.Evidentemente, no todos sobrevivirán. El director plantea esas muertes siempre con el mismorecurso: sube la música, apacigua el movimiento y deja que el mejor amigo del fallecido presenciela escena. Cualquier intento narrativo de otorgar cierta entidad a los personajes cae en saco roto: lapuesta en escena los pone a todos en el mismo sitio, sin carácter, sin personalidad, sin respeto.
El enemigo, esas corrientes eléctricas que han llegado del espacio exterior, aporta un toque deelegancia: los efectos especiales dibujan líneas luminosas, brillantes y bonitas (por mucho que seanel germen del terror). El punto de vista de esta amenaza externa se muestra también, como si fueranescáners capaces de radiografiarlo todo para captar así el calor humano. El problema radica en laintegración de estos efectos, que aparecen siempre en contraplano, separados de los personajes decarne y hueso, como si pertenecieran a un relato distinto.
A favor: Los efectos, suficientemente originales.
En contra: La integración de estos efectos.