Amar a dos mujeres y no estar loco
por Eulàlia IglesiasRadu Muntean ha sabido desmarcarse de una de las características principales del llamado Nuevo Cine Rumano que han practicado colegas suyos como Cristi Puiu o Cristi Mungiu: convertir el pasado reciente del país y las fracturas que ha provocado en el presente en el centro de sus películas. A pesar de que su segundo largometraje, 'The Paper Will Be Blue' (2006), confrontaba la revolución en Rumanía desde una perspectiva que imposibilitaba cualquier mitificación, en su siguiente película 'Boogie' (2008) ya dejaba atrás el peso de la memoria histórica para concentrarse en la memoria sentimental.
'Martes, después de Navidad' se inicia con una secuencia espléndida. Una pareja desnuda discute tranquilamente sobre su relación en la cama. Entendemos que acaban de tener sexo y el diálogo se desarrolla sin la excitación previa a hacer el amor. Sin embargo, la conversación se impregna de los olores y sudores propios del post coito que rezuman los cuerpos desnudos, lo que provoca en el espectador esa incomodidad de quien ha invadido un espacio íntimo ajeno.
Este es uno de los grandes méritos de una película que da otra vuelta de tuerca a una historia de amor a tres. Muntean opta por el naturalismo para abordar el conflicto en que se encuentra el protagonista, enamorado tanto de su mujer como de la dentista que se ha convertido en su amante en los últimos meses. Pero el melodrama aquí no se apoya en la explosión de las grandes pasiones ni en la exaltación romántica sino en la observación detallada de la cotidianidad de los tres personajes y en la tensión acumulada que crea el dilema del protagonista. El director no toma partido y se sitúa en el centro de este triángulo equilátero que podría encajarse sin problemas en cualquier otra geografía que no fuera la rumana. Dejando atrás el trauma del pasado histórico de su país, Muntean firma uno de las películas que mejor abordan las relaciones de pareja en la sociedad de consumo contemporánea.
A favor: Su capacidad para incomodar y provocar tensión, y los tres protagonistas.
En contra: El retraso con que se estrena a pesar de haber competido participado en Una cierta mirada del Festival de Cannes 2010 y ganar el Premio a la Mejor Película y a las Mejores Interpretaciones Femenina y Masculina en el Festival de Gijón de ese mismo año.