El avión en el que aparecen por primera vez los protagonistas de ¡Más fuerte, muchachos! era un DC-3, un modelo que supuso un gran avance al final de los años 30 y principios de los 40 para el transporte de pasajeros. Si recuerdan, ese avión sería derribado más tarde por un PBY Catalina, un antiguo modelo de avión de combate empleado por las tropas de aviación del ejército canadiense.
Tras el rodaje de ¡Más fuerte, muchachos!, el afamado actor italiano se convirtió en piloto de aviones y también de helicópteros. Comenzó su aventura en 1984, en la compañía Mistral Air, una empresa de reparto que, a su vez y de forma esporádica transportaba a peregrinos.