Una hermosa película sobre el proceso colectivo de creación artística, pero también, y principalmente, sobre la adolescencia. Aunque al final la danza queda en un segundo plano, lo que resulta una ligera decepción por no poder descubrir realmente el trabajo de Pina Bausch. Aún así es una obra muy original, y un precioso homenaje!
Incluso para lo neófito que soy en lo que a danza se refiere, enseguida he entrado en el ambiente coreográfico de este documental. La puesta en relieve, muy emocionante, de las historias personales de estos chicos ha sido una verdadera sorpresa.
Es un documental precioso sobre la danza clásica con jóvenes problemáticos que nos enseñan su propia visión de la vida. Estos chicos son auténticos, emotivos. Los profesores son muy interesantes porque tienen diferentes maneras de enseñar, una de ellas muy maternal. Pina Bausch es muy humana a pesa de su exigencia. La evolución del espectáculo está muy bien elaborada.