Película española del 2011, de una duración de 96 minutos, con una valoración de 4/10, Opera prima bajo dirección y guión de Paula Ortiz, que bien pudiera estar basada en la novela de Michael Cunningham "Las horas" y su posterior película homonida del 2002. Drama feminista.
De tu ventana a la mía es una película que viene avalada por un par de premios en la Seminci (Semana internacional de cine de Valladolid) y varias nominaciones a los premios Goya. La cinta esta muy bien dirigida por la debutante Paula Ortiz, pero la historia, a parte de estar dirigida a un publico más femenino, no termina de interesar para un panorama genérico.
Tres mujeres en tres épocas diferentes viven una historia de amor con superación personal, así se podría resumir el argumento. Las historias son contadas paralelamente pero se hacen densas, y puesto que lo que termina de comentar no resulta novedoso, puede resultar bastante aburrido, y más a un sector masculino de la sala.
Debemos reconocer que Paula Ortiz compone una cinta con planos preciosos como por ejemplo los cenitales de Leticia Dolera en la bañera, o el final de Maribel Verdú en medio de un campo de espigas creciendo, pero ni la fuerza de las imágenes consigue que no bostecemos de vez en cuando.
La imagen esta muy cuidada. Cada segmento tiene su propia iluminación; Miguel Ángel Amoedo, un director de fotografía curtido en televisión, destaca en apartado técnico igual que Avshalom Caspi, músico también cercano a la televisión, compone una partitura que puede resultar demasiado rimbombante en algunas secuencias, pero que fuera de ellas funciona de maravilla, en especial aquellos temas con coros.
En el reparto es donde encontramos otro punto fuerte de la película, las tres interpretes femeninas protagonistas: Maribel Verdú (Amantes) potentísima en el papel de una mujer que tiene que hacer frente al encarcelamiento de su marido; Leticia Dolera (Besos de gato), la que es la musa de la muestra Syfy de cine fantástico, nos brinda una interpretación brillante de una chica enferma de amor; y Luisa Gavasa (Mensaka), nos muestra el amor y la lucha a una edad mucho más madura, quizá la que más emocione visualmente de todo el elenco.
En resumen, es una película bien hecha pero las historias están muy vistas, y en ciertos momentos es un producto demasiado poético y denso, donde quizá el público femenino se puede emocionar o enfatizar con facilidad, pero el masculino lo tiene muy difícil.
La formación filológica de la cineasta invita a pensar en la película como vocacional equivalente cinematográfico de un libro de relatos entretejidos, con el denominador común del amor contrariado y la fuerza y la capacidad de supervivencia de los personajes femeninos como motor narrativo.
Un repaso agónico en la lucha del imaginario feminista