Noir, siempre noir
por Quim CasasMientras que 'La caja 507' era un film de tonalidad más compacta, espléndidoen su conjunto, 'No habrá paz para los malvados' es una película quizá menos perfectaen su estructuración, pero repleta de momentos de una intensidad sorprendentedentro de los mecanismos de un género, el cine policíaco, que en España ha tenidobuenos cultivadores y mejores películas. No es que sea exactamente un film deindividualidades, entiendo como individualidades aquellas secuencias que sobresalendel conjunto y pueden llegar a restar convicción a la homogeneidad del mismo, perosi es verdad que algunas de sus partes funcionan mejor que otras sin que eso enturbie,desvirtúe o estropee en absoluto el resultado final.
En el último trabajo de Enrique Urbizu se dan cita por igual la neutralidad afectiva deJean-Pierre Melville –o de algunos de sus continuadores en Estados Unidos, MichaelMann o el John Frankenheimer de 'Ronin'–, el laconismo expresivo del mejor thriller delserie B (el de Phil Karlson, por ejemplo) o el realismo a ultranza a la hora de mostrarambientes y comportamientos enmarcados dentro de un fatalismo noir nada estetizanteni estilizado y, también, en su manera tan sutil de sugerir el pasado del protagonista(excelente José Coronado) sin mostrarlo abiertamente. También en lo literario seadvierten referencias que pueden ir de Jean-Pierre Manchette a los bárbaros Spillane yEllroy del policiaco como exorcismo ideológico.
Porque 'No habrá paz para los malvados está concebida', en líneas generales, como unexabrupto dentro del género, un escupitajo directo al estereotipo, un puñetazo –sí, comolos propinados por Sam Fuller en cada una de sus películas– directo a la mandíbulade las convenciones. Su arrancada, puro Melville pero exagerando la fatalidad –lasecuencia en el puticlub–, la violencia y la desazón de un personaje que ha nacido a laderiva y perecerá sumergido en la misma, es de lo mejor no solo del cine de Urbizu,sino del cine español de la última década, y el plano final posee una tristeza singular ala vez que hace honor a esa idea del destino predeterminado que casa con toda una bellatradición en el cine de género norteamericano, del film noir de Fritz Lang al de JosephH. Lewis.
A favor: La concisión de Urbizu, la forma de filmar la violencia y el trabajo de JoséCoronado, especialmente brillante siempre que está a las órdenes de Urbizu.
En contra: Las partes del relato concernientes al trabajo de la fiscal y su investigación.