Este documental de Laïb Messaoud retrata la vida del cantante argelino Cheb Hasni, un hombre proveniente de una familia humilde que llegó a ser una figura de la música raï y magrebí. El cantante daría su último concierto en el verano del 93, pues un año después, en septiembre, un fanático religioso le dispara cuando este volvía a casa de una grabación y le causa la muerte. La ida del artista significó la consternación de todo un pueblo que quiso darle su último adiós en un ambiente de protesta ciudadana.
En el film se recogen los comienzos musicales de Hasni, apodado más tarde Ruiseñor del Raï, centrándose también en su vida sentimental y su gran sensibilidad. En él, no faltan los testimonios de familiares y allegados que a modo de recuerdo tejen la vida del artista.