Durante los días de la conquista de las tierras de Oregon, a mediados del siglo XIX, una caravana de colonos formada por tres hombres, tres mujeres y un niño avanza por tierras desérticas bajo la dirección del supuestamente experimentado cowboy Stephen Meek. El guía declara conocer un atajo, y conduce a la expedición a través de parajes desérticos durante varias jornadas para darse cuenta al poco tiempo de que se hayan perdidos en un territorio en el que no hay rastro de agua. Durante los siguientes días, los desorientados pioneros tendrán que luchar contra el hambre, la sed y su falta de confianza en el futuro de su empresa. Cuando un nativo americano aparece por sorpresa en su horizonte, la cohesión del grupo quedará en entredicho, produciéndose una división entre aquellos que aún confían en Meek y los que, como Emily Tetherow, apuestan por encomendarse a uno de aquellos hombres que siempre han considerado como enemigos mortales.