Además de haber sido rodada íntegramente en la isla de Tasmania (Australia), El último cazador cuenta con un equipo técnico local.
En las escenas filmadas en la selva de Tasmania, el actor Willem Dafoe se enfrentó a repetidos ataques de sanguijuelas. Fueron lesiones de poca gravedad que el mismo actor recuerda con una sonrisa al decir que eran menos feroces que los vampiros (En referencia a la última película que había rodado en Australia, Daybreakers).
Esta es la tercera vez que Willem Dafoe y Sam Neill intepretan juntos después de Victory (1996) y Daybreakers (2009).