Insidious es una pelicula en la que el escenario está desde mi punto de vista, un poco mal hecho. Y es por esta razón que la mayor parte del tiempo, te aburre. Después, debo confesar que tuve sobresaltos varias veces lo que es un punto bueno. En conclusión, yo diría que es una película promedio pero que amerita ir a verla, porque por una vez no me dije o pensé que perdí 2 horas de mi vida buscando o esperando un verdadero "buuu", si lo tuve y en varias ocasiones.
La película empieza bien y consigue tener al espectador en vilo con mecanismos ya vistos pero que siguen siendo eficaces. Rose Byrne está verdaderamente bien en este papel. No sobreactúa. En cambio el marido está un poco limitado a nivel de las expresiones del rostro (lo que es relativamente importante en este genero). Algunos efectos de sorpresa están realmente bien logrados (en la cocina con la madre), otros mucho menos (en el pasillo con el filtro de color)...La segunda parte de la película al estilo de Los Casafantasmas es decepcionante a mi gusto, a pesar de algunos buenos intentos, y el final es francamente previsible. Además, en la parte "proyección astral", algunos efectos especiales (humo, manequís rancios, maquillajes ) están poco conseguidos y los efectos de luz son peores que los efectos sonoros. Pero bueno sigue siendo una película de miedo decente con algunas escenas aceptables y que permite a los aficionados del género de tener algo con que entretenerse.
"Insidius" es una película de horror con un concepto interesante que mantiene en vilo al espectador y le ocasiona algunos sobresaltos. Incluso si los diálogos no son siempre tales, se demuestra que la historia está a la altura, y nos transmite una angustia pesadillesca. Por momentos escalofriante, pero también cómica (la música del demonio terrible), exorcista y de miedo, las apuestas se hicieron sobre los juegos de sonidos y luces que aportan toda su magnitud al pesado ambiente. Comienza en una casa embrujada, hasta alcanzar el campo de la pesadilla: el mundo astral, que está perfectamente conseguido, en su sobriedad poética agonizante. El paralelismo entre los dos mundos inquieta, y al final se ve perfectamente: la tensión asciende velozmente. La película encoge el estómago, pero no hasta el punto de hacer salir al espectador de la sala completamente aterrorizado, y lo mismo en una noche oscura.