Siento decirlo, es una película terrible. Sin magia. E incomprensible. Con un guión escrito por novatos, y os aseguro, conozco bien el tema de la magia y la herencia de Houdini. El primer pecado mortal es seguir al pie de la letra la máxima de que "no es lo que parece" en la narración cinematográfica. A partir de ahí, la excusa para los giros argumentales absurdos y estúpidos –¿quien se cree a los tipos hipnotizados y lo que en realidad significa la hipnosis?–termina de hundir la narración, pues los productores esperan que los espectadores lo disculpen todo. Claro. ¿No es lo que parece? ¿Acaso no se trata de magia? Pues no, amigos, la magia es otra cosa muy diferente, y no digamos la magia del cine.
No sabemos cual es el objetivo por el que los cuatro jinetes se reúnen hasta el final, y aún así, no lo sabemos. Desconocemos las motivaciones del quinto mago, o no están bien explicadas. Así que todo es absurdo, pero como se trata de un truco...pues nada, "película original", "con muchos trucos" "entretenida con buenos efectos"...lo de siempre.
Esta película ni se acerca a la historia del mentalista (Edward Norton) o el Truco Final. Haced caso a Boyero y sus continuos bostezos. Y es una lástima, pues Louis Leterrier hizo una magnífica versión de Hulk, con Edward Norton a la cabeza...pero ésta es un buen borrón en su carrera.