Un lienzo sin rugosidades
por Quim CasasCuriosa película la última que han realizado Olivier Nakache y Éric Toledano, una pareja bien avenida en lo cinematográfico desde hace más de una década.'Intocable' se ha convertido en uno de los fenómenos comerciales del último cine francés aunque solo se llevará uno de los premios César (al actor Omar Sy) de los nueve por los que estaba nominada. El taquillazo es comprensible. Es una comedia "limpia", aunque uno de sus protagonistas sea un tetrapléjico y se hagan algunas bromas nada subidas de tono al respecto. Es también un filme con discurso interracial, pero con matices de clase social: el tetrapléjico es blanco, rico, elegante y melómano, mientras que su pareja de baile en el relato, el joven que le cuida, lava, da de comer y saca a pasear en coche o en silla de ruedas, es un inmigrante africano, pobre, escasamente distinguido y con tendencias musicales en las antípodas de quien le paga (la eterna y absurda disyuntiva entre música clásica y pop). Tiene los necesarios toques de drama incrustados en la comedia amable; en este sentido, se diría un guión supervisado por el mismísimo Robert McKee, con sus puntos de giro, sus gags milimétricamente calculados, las pausas dramáticas, la función esporádica de los personajes secundarios y los cambios orquestados en el minuto 13, 39 y 72, por poner un ejemplo claro de cómo enseñan las reglas básicas de la escritura McKee y otros fundamentalistas del guión de hierro.
Sin convencer en absoluto, aunque entendiendo las raíces de su éxito comercial algo desaforado –como también lo es el éxito artístico de la otra "película francesa del año", 'The Artist'–, el filme de Nakache y Toledano se presenta como un lienzo en blanco, sin aristas ni rigurosidades, una película de "buen rollo" ideal para ser degustada en tiempos de angustias económicas –aunque de grima ver todo lo que tiene el personaje encarnado por François Cluzet, un esteta de la opulencia o un opulento estético, qué más da– y que satisface paladares poco exigentes sin molestar en exceso a quienes esperan encontrar otro tipo de sueños y motivaciones en una pantalla de cine. Como mandan los cánones, empieza en el tiempo real y echa la vista atrás para relatar cómo se conocieron y consolidaron su amistad los dos protagonistas, volver sobre la secuencia de inicio y contar un desenlace previsible pero al mismo tiempo acertado. En tiempos de superaciones colectivas, 'Intocable' habla de superaciones individuales, la del inmigrante africano que encuentra su lugar en el mundo (de la sociedad estable francesa) y la del tetrapléjico que halla en la relación con un personaje antagónico una razón para seguir viviendo con motivación. Filme de camaradería interracial y social en tiempos de crisis mareante.
A favor: la buena entente entre François Cluzet y Omar Sy, que hasta saben reírse de sí mismos cuando es conveniente.
En contra: el tono blando de comedia mainstream para todas las plateas.