Crítica de SensaCine.com para Chico & Rita: El bolero de Romeo y Julieta

La feliz coincidencia de Fernando Trueba y Javier Mariscal durante la época en la que el primero terminaba su documental 'Calle 54' (2000) sobre jazz latino terminó de cristalizar en esta bubujeante película de animación que toma el latir interno de un bolero lleno de amor, pasión y rechazo para convertir a sus protagonistas en dibujos animados de carne, hueso y enormes ojos almendrados. De forma inmediata, 'Chico & Rita' se presenta como un caramelo visual gracias a la magnificencia de sus paisajes urbanos, retratos de La Habana, Nueva York y París durante los años 40 y 50; como una delicia musical en la que Bebo Valdés mezcla con portento la música cubana, el jazz y el bebop con el mismo vibrar que podría encerrar la actuación conjunta de Charlie Parker con Chano Pozo (cuyo trágico asesinato se recrea); como un melodrama de amor mayúsculo que invita a vivir con la misma intesidad el erotismo de los encuentros y la amargura de los rechazos de la tempestuosa relación intermitente entre Chico y Rita. Pero, además, en sus mejores momentos, 'Chico & Rita' también funciona como un fresco de la inmigración cubana de la época y su relación con las luces de neón y las sombras de callejón del sueño americano.

A favor: La explosión cromática y musical de la secuencia onírica justo antes de llegar a Nueva York.

En contra: El propio esquema de la historia la hace estar tan cerrada sobre sí misma que no admite sorpresas.