Mi cuenta
    The Artist
    Críticas
    4,0
    Muy buena
    The Artist

    Restitución estética y anímica

    por Quim Casas

    Aunque el film de Michel Hazanavicius reconstruye la época del cine mudo, de susmomentos de esplendor al ocaso que produjo el advenimiento del sonido, en 'TheArtist' hay guiños, referencias y soluciones visuales que tienen que ver con lo quevendría después en los márgenes del cine clásico de Hollywood. Por ejemplo, elencadenado de planos que muestran el deterioro de la relación del protagonista,una estrella del cine silente, y su esposa, está inspirado en una secuencia idénticade 'Ciudadano Kane', en la que mediante el cambio de plano, sin variar el lugar, lasituación (los desayunos de la pareja) y el emplazamiento de cámara, aunque si eltiempo que transcurre, vemos igualmente como se deteriora la relación entre CharlesFoster Kane y su mujer.

    También el personaje encarnado por Jean Dujardin, premio al mejor actor en elpasado Cannes, se apresta a un juego entre épocas: su sonrisa dicharachera y formade moverse conectan con el gran galán aventurero del cine norteamericano mudo,Douglas Fairbanks, pero que el mejor compañero del protagonista sea un perrito muyparecido al famoso Asta de la serie 'El hombre delgado', invita a pensar en una clarainspiración en el detective Nick Charles incorporado en aquella serie por WilliamPowell. Y aún hay más: el final evoca el estilo musical impuesto décadas después,con sonido y en Technicolor, por Gene Kelly y Stanley Donen, algo impensable en unfilm que evoca los tiempos en que el musical, como tal, era una quimera.

    Reguero de referencias y virtudes, 'The Artist' juega sus mejores bazas en lacaligrafía del cine silente, en la restitución de una época dorada, y su declive, quepasa tanto por la reconstrucción plástica (la gestualidad de los actores, el tipo deplanificación y de decorados, el empleo del blanco y negro, el uso de la música y elsilencio sonoro) como anímica: fueron tiempos cambiantes, duros para los que nosobrevivieron a la llegada inclemente del cine sonoro, y Hazanavicius lo muestra muybien sin exagerar el tono, y cuando lo hace no deja de ser un recurso coherente, ya queimpone el registro físico y conceptual que dominó el cine mudo estadounidense.

    Curiosa de momento la trayectoria de Hazanavicius, empeñado en mirar al pasado para construir su cine presente. Antes de 'The Artist', que elogia en primera instanciaal artista puro del cine mudo que no cree en las posibilidades del sonoro, comotampoco creyeron en ellas Von Stroheim, Chaplin, Griffith o Keaton (de ahí queel protagonista se obsesione en rodar una película muda de aventuras "como las deantes" cuando en todas las salas del país se exhiben ya los talkies), el director habíarodado con el mismo Dujardin 'OSS 117: El Cairo nido de espías' y 'OSS 117:perdido en Río', dos comedias de acción y espionaje según el modelo europeo de estegénero en los años sesenta, y había participado como guionista en 'Los Dalton contraLucky Luke', particular revisión del cómic del Oeste de Morris. Veremos que plantearestituir en su próximo proyecto, 'Les Infidèles'.

    Lo mejor: el buen trabajo interpretativo de Jean Dujardin y la reconstrucción estéticay anímica de toda una época.

    Lo peor: que esa misma reconstrucción a veces se impone al trazado dramático.

    ¿Quieres leer más críticas?
    Back to Top