La película dirigida por Jerôme Le Gris está inspirada en el estilo de Alfred Hitchcock, con un toque moderno.
Es la segunda película francesa en la que Tchéky Karyo interpreta un papel en el que el mentor es una chica asesina, tras la película Nikita, dura de matar (1990).
El director describe a la protagonista como una heroína entre medias de Kill Bill Volumen (2003) y El caso de Thomas Crown (1968).