Crítica de SensaCine.com para El arte de amar: La música del amor

Para Emmanuel Moret cada enamoramiento tiene su propia banda sonora, una música concreta que suena en el momento del flechazo. Por ello, también cada historia de amor dispone de sus propios ritmos, vaivenes, condicionantes e imprevistos. ¿Serías capaz de acostarte con el novio de tu mejor amiga, incluso con el consentimiento de esta? ¿Qué pasa cuandó los deseos de dar no encajan con las necesidades de quien quiere recibir? ¿Puede una puerta abierta al adulterio cimentar la fidelidad conyugal? ¿Tiene sentido exigir naturalidad para después reprimir cualquier gesto espontáneo? Moret se plantea estos y otros interrogantes sobre los imponderables del amor y el deseo en esta película que desprende un aroma cercano al de ciertas comedias sentimentales de la Nouvelle Vague. Como en las películas de Éric Rohmer, las diversas historias entrecruzadas del film se inician con algún provertio estilo "aquello que permanece en el plano de la fantasía allí debe quedarse", para después desarrollarse por los caminos imprevisibles del azar. En el caso de Moret, más que en el del director de 'La marquesa de O', los relatos se emparejan en sus planteamientos narrativos a la literatura erótica de formato corto, eso sí, sin escenas sexuales explícitas: parejas que se citan en habitaciones de hotel a oscuras sin verse jamás el rostro, vecinas que muestran su predisposición para tener una aventura, mujeres que deben gestionar el deseo hacia ellas de su mejor amigo...

Parisina hasta la médula, con mayores dosis de humor que otras cintas por el estilo y un elenco encabezado por un François Cluzot en las antípodas de 'Intocable', 'El arte de amar' se inscribe en ese cine francés capaz de tomarse muy en serio lo de hablar ligeramente del amor.

Lo mejor: El personaje que encarna Julie Depardieu.

Lo peor: Alguna historia tiene poca enjundia.