La diligencia
Nota media
3,9
50 notas

4 Críticas del usuario

5
1 crítica
4
3 críticas
3
0 crítica
2
0 crítica
1
0 crítica
0
0 crítica
Ordenar por
Mejores críticas Últimas críticas Usuarios que han publicado más críticas Usuarios con más seguidores
David Filme
David Filme

16.926 usuarios 270 críticas Sigue sus publicaciones

4,5
Publicada el 7 de febrero de 2025
"La Diligencia" es un magnífico y memorable western, dirigido por John Ford y protagonizado por John Wayne. Los primeros compases del film, sirven para presentar a los personajes, y saber para qué quieren montar en la diligencia con destino a Lordsburg, a pesar del peligro de los apaches que presumiblemente se encontrarán en el camino. John Ford no para demasiado en mientes y en seguida nos sitúa en las coordenadas de cada uno con una gran destreza narrativa. Aunque tenga todas las característica de acción de un western, es una película coral donde el desarrollo de los personajes es fundamental. Ford siente especial cariño por los personajes excluidos y repudiados socialmente. Es el caso de la prostituta Dallas (Claire Trevor), del médico borrachín Doc Boone (Thomas Mitchell) o del "prófugo" Ringo Kid (John Wayne). Todos ellos se desenvuelven con gran nobleza y mantienen una dignidad que resiste la altivez de otros compañeros de viaje. Dallas y Boone son expulsados del pueblo de partida (no se dice su nombre) por la reaccionaria Liga para la Ley y el Orden, que Ford satiriza perfectamente. Hay personajes con conciencia de alta alcurnia que se muestran desdeñosos y arrogantes. Sobre todo Hatfield (John Carradine), un ex soldado confederado que se mueve por el clasista sistema moral sureño. En menor medida sucede algo similar con Lucy Mallory (Louise Platt), la mujer de un capitán del ejército que se encuentra embarazada y quiere reunirse cuanto antes con su marido.

Particularmente antipático es el banquero Gatewood (Berton Churchill), siempre altivo y grosero. Es además el único pasajero con un motivo ruin para coger la diligencia. Ha desfalcado una fortuna y quiere poner tierra de por medio, es casi un arquetipo avaricioso e hipócrita. Completan el pasaje el sheriff Wilcox (George Bancroft), que va tras de Ringo, el viajante de whisky Samuel Peacock (Donald Meek) y el conductor, Buck (Andy Devine). Entre los personajes que hemos descrito, varios de ellos no son pétreos o impermeables ante las circunstancias. Iremos observando un arco evolutivo en muchos de ellos, que vendrá dado por la convivencia forzada y las aventuras que tendrán que superar. Así, por ejemplo, Hatfield se mostrará valiente y corajudo en muchas situaciones y poco a poco veremos matices interesantes dentro de él. El doctor Boone, más allá de sus gracietas de borracho, es un buen médico, íntegro y valiente si hace falta. Ringo parece el arquetipo de vaquero duro de pelar, pero también mostrará detalles de ternura a Dallas. Es decir, más allá del trayecto de la diligencia, se produce también un viaje interior. En cuanto al viaje exterior, la cinta, tiene unas cuantas peripecias. Algunas de ellas más íntimas como el parto de la señora Mallory o el enamoramiento de Ringo y Dallas. Otras, como en toda película del oeste que se precie, son aventureras, y con generosas dosis de acción.

Sin embargo, entre otras cosas, los protagonistas tendrán que vadear ríos, entablar combate con los apaches y, por supuesto, verse envueltos en duelos. Otro punto a destacar, es la parte del asedios de los apaches a la diligencia, se trata de una secuencia espectacular que, aún hoy sombra por su ritmo fulgurante y sus magníficos travellings. Mejor obviar los numerosos saltos de eje que, según Ford, se justifican por cuestiones de iluminación. No obstante, valores cinematográficos aparte, John Ford aportó el descubrimiento de dos auténticos símbolos. Uno de ellos geográfico, el Monument Valley, quizá el paisaje más carismático de la historia del western. En el filme luce de forma espectacular, merced a la hermosa profundidad de campo que utiliza el director. En este sentido, visualmente, la película es realmente magnífica. Hoy nos puede parecer un poco extraño pero a finales de los años treinta el western parecía, literalmente, agotado. Desde la década anterior se hicieron, sin exagerar, cientos de películas del oeste y no parecía haber muchas ideas nuevas. El mismo Ford rodó en torno a una veintena de western mudos. Uno de los valores históricos del film, fue revitalizar las películas del oeste y asegurar su supervivencia como género. Dicho en corto, "Stagecoach" (1939) resucitó al western.

Las actuaciones son correctas, aunque inicialmente la estrella indiscutible del film era Claire Trevor con su papel de la chica de dudosa reputación Dallas, John Wayne comienza a brillar con luz propia en la historia del cine, desde esa misma secuencia de su aparición con el rostro inicialmente desenfocado. Efecto éste producto de un error que Ford decidió que quedaba bien y se montó finalmente en la cinta. Wayne es pura presencia, su manera de coger y apuntar con el rifle, su forma de caminar o su estilo montando a caballo es, un espectáculo. Tenía muchas aristas, y algunas algo incómodas, pero como actor es parte esencial de la historia del cine. Con más virtudes actorales de lo que se suele suponer, nos llegó un buen puñado de clásicos. No era su debut en el cine, pero sin duda, catapultó sideralmente su carrera y puso a la vista de todos su peculiar estilo. El resto del reparto están igualmente geniales en sus papeles, aunque cabe destacar al doctor Boone, ocasional de profesión y casi siempre borrachín por vocación interpretado por Thomas Mitchell, quien no en vano se vio recompensado por un Oscar a mejor actor secundario y a John Carradine, estilizado, elegante, de un porte impresionante en su interpretación como Hatfield.

En definitiva, magnífico y memorable western, tanto por su calidad cinematográfica como por su relevancia histórica dentro de su género, merece un capítulo propio dentro de la evolución del cine del siglo XX. John Ford creó un género que cambió el curso de la historia del cine, su talento, su personalidad y su amor por el séptimo arte, convierten sus películas en eternas. Su forma de hacer poesía con la cámara marcó un antes y un después. Precisamente, "Stagecoach" (1939) le sirvió a Orson Welles de inspiración para "Citizen Kane" (1941).

FilmeClub605426824.wordpress.com
Martin Oaks
Martin Oaks

158 usuarios 202 críticas Sigue sus publicaciones

5,0
Publicada el 5 de junio de 2025
“Dadme llanuras y caballos al galope”

Un grupo de extraños viajan en una diligencia a través del peligroso territorio apache. Entre ellos se encuentran el forajido Ringo Kid (un novato John Wayne), una prostituta (Claire Trevor), un banquero sin escrúpulos, un jugador, un doctor alcohólico y una dama embarazada. Ford utiliza este microcosmos de la sociedad real para explorar la condición humana, los prejuicios y la moralidad, revelando las verdaderas personalidades de cada uno bajo la presión del peligro inminente.

John Ford no era solo un “realizador de cine”, era la piedra angular en la historia de “ese cine”. Y con esta obra, Ford elevó el western a una manera de hacer arte. No solo sentó unas bases, sino que también catapultó a la fama a su actor fetiche, John Wayne, un ente en forma de humano que definiría el paradigma del héroe de todos los vaqueros. Pero es que con la maestría narrativa de Ford, cada personaje está delineado con una profundidad sorprendente para la época, y sus interacciones son el corazón de la obra. La tensión se construye de manera implacable, no solo por la amenaza apache, sino por los conflictos internos y las revelaciones privadas de cada viajero. La película es un estudio fascinante sobre cómo las circunstancias extremas pueden derribar las barreras sociales y revelar la verdadera nobleza o villanía de las personas.

La dirección es sublime, un ejercicio que sirve de estudio en las academias cinematográficas mundiales, utilizando aquí el imponente paisaje de Monument Valley como un personaje más, creando una atmósfera visualmente impactante que se convertiría en un sinónimo del western. Las secuencias de acción, especialmente la persecución de la diligencia por parte de los apaches, son un hito en la cinematografía, llenas de dinamismo y emoción que aún hoy consiguen deslumbrar. La forma en que Ford maneja los planos, los ángulos y el ritmo, es un ejemplo de su genialidad.

"La diligencia" es también una película de grandes actuaciones. John Wayne, en su papel revelación, personifica al forajido con un código de honor, un carisma y una presencia física que llenan la pantalla. Claire Trevor es Dallas, y ofrece una interpretación conmovedora y matizada como la prostituta, rompiendo estereotipos y marcando el camino a la abolición de los prejuicios más primarios.

Una obra de arte.
cine
Un visitante
4,0
Publicada el 20 de diciembre de 2021
Según uno de los críticos más importantes, la diligencia era el ejemplo ideal de la madurez de un estilo llevado a la perfección clásica.

Hasta la diligencia el cine western estaba muerto

En la diligencia cada uno de los personajes es totalmente diferente al resto, y John Ford hace un retrato de los estados unidos de la época
cine
Un visitante
4,0
Publicada el 22 de junio de 2014
Es una gran pelicula, con una gran interpretacion de un tal John Wayne, pero no la calificaria como una obra de arte del cine.
¿Quieres leer más críticas?