Opiniones sobre Un dios salvaje

El ser humano es cruel y salvaje por naturaleza, pero se cubre de una fina capa de civilización que no deja ver nuestro verdadero yo, una capa que a medida que crecemos y nos vamos haciendo adultos la vamos perfeccionando, pero que no deja de ser una capa al fin y al cabo.
Y apoco que nos presionen, la capa se va descomponiendo, dejando al descubierto retazos de nosotros mismos, y a la que nos descuidamos la capa se desintegra totalmente, mostrando a los demás nuestra naturaleza cruel y salvaje.
Un dios salvaje, se basa en la obra de teatro del mismo nombre, de la autora teatral Yasmina Reza, que también ha sido coguionista de este largometraje, por lo que a veces parece más que estás viendo una obra de teatro que una película. Pero aun así no pierde su fuerza ni su carga critica. Consigue sacarte alguna carcajada en ciertos momentos, incluso en los de más tensión. Los actores están los cuatro en estado de gracia, pero yo me he quedado con Christoph Waltz, soberbio en su papel. En cuanto a la duración del filme, puede resultar corta, pero igual si se alargara un poco más perdería toda su vitalidad.
En resumen: Recomendable ver tanto si has visto la obra de teatro original, como si no, para ver y reflexionar.

Tomando como base una obra teatral de Yasmina Reza, la cual desvela una vez más y fiel a su estilo la cara más amable y la más cruenta del ser humano, Polanski nos encierra esta vez entre cuatro paredes y nos sumerge en lo complicado de la convivencia y la diplomacia al tratar de resolver ciertos asuntos, que si bien para unos son nimios y propios de la condición humana, para otros encierran gran transcendencia y pueden marcar un comportamiento futuro.
Así, a raíz de una pelea entre chiquillos, sus padres se disponen a resolver ésto de la mejor y más educada manera posible, pero la diferencia de opiniones, el comportamiento de cada uno, sus propios pesares y la expresión de sus opiniones hacen que la cosa degenere por momentos y tan pronto se acercan unas posturas como se distancian otras, mostrando claramente el comportamiento humano ante diferentes situaciones y lo difícil de la contención.
Extraordinaria labor, la realizada por el cuarteto protagonista, bien guiados sin duda por su director, sacando los momentos más espectaculares de las discusiones.

Roman Polanski capta mi atención desde el primer minuto.

El argumento para empezar es excepcional entrando en materia desde el principio y basándose todo en una conversación que en mi caso capto mi interés de una manera increíble con tan solo un lugar cerrado y muy pocos personajes, la manera en la que consiguió esto fue gracias a dos características, evidentemente una es la trama, la cual se enfoca mucho en las apariencias y realidades de la sociedad occidental y la forma mas natural en la que los humanos reaccionan a un problema, por otro lado la otra se encuentra en las actuaciones ya que contamos con interpretaciones excelentes de Kate Winslet, Jodie Foster, John C Reilly y Christoph Waltz. Mi única pega sería que en cierto punto el guion que hasta hay me estaba encantando se fuerza demasiado siendo el libreto de el mismo Polanski, Michael Katins y Yasmina Reza el rasgo de la cinta que no me acaba de convencer.

Don Roman Polanski nos trae una adaptación de una obra de teatro con el mismo título y que plasma la naturaleza absurda de la hipocresía y de cómo los humanos acabamos peleando como animales por ideales y filosofías que pretendemos imponer sobre los demás cuando deberíamos aceptar a los demás por cómo son, aunque nos cause repulsión. La película en sí está bien hecha, con una escenografía breve pero sin excesivo agobio, y un ritmo que se va acrecentando a medida que las escenas van volviéndose cada vez más sórdidas. Indicada para todo misántropo que se precie.