Crítica de SensaCine.com para Black Dog: Sobre ruedas

Durante la década de 1990 Kevin Hooks apareció tras los créditos de películas como 'Pasajero 57', 'Fugitivos encadenados' o 'Black Dog' para, en los 2000, desaparecer de la escena cinematográfica y refugiarse en la televisiva en series como '24', 'Perdidos' o 'Prison Break'. No es una carrera de lo más interesante como tampoco lo eran ninguna de las tres películas mencionadas, quizá a excepción de 'Pasajero 57', la más salvable dentro del desastre.

'Black Dog' se presenta, por un lado, como la típica película de acción a secas. Es decir, una simple trama que explotar en hora y media sin atender a absolutamente nada más que a dar consistencia a una sucesión de secuencias de acción. Los lugares comunes son legión, pero esto tampoco debe ser considerado como un elemento peyorativo: bien trabajados, incluso lo tópico puede devenir en interesante. Pero aquí, esto no solo no sucede, sino que se impone una dirección plana y sin nervio, jugando con los tiempos muertos (es decir, los momentos en los que no hay acción y se buscar humanizar la historia) de mala manera y sin atender a los personajes más allá de lo necesario. Y aun así podría decirse que 'Black Dog' tampoco engaña a nadie porque no pretende ser más de lo que es, aunque sea más bien poco. Y, por otro lado, 'Black Dog' es la típica película protagonizada por el desaparecido Patrick Swayze en una década en la que, más o menos, llegó a tener una presencia como actor.

A favor: La presencia, extraña, de dos cantantes: Randy Travis y Meat Loaf.

En contra: Lo aburrido (y esto es un delito en una película así) de la acción.